lunes, enero 11, 2016

Confesión de media noche

Vengo aquí a vomitar las cosas que no digo, que no platico porque simplemente no salen. 
A confesar que he perdido un poco el rumbo, aunque gracias a esto me he dado cuenta de tres cosas que me habían hecho falta por mucho tiempo mientras se hacía mas grande el vacío que terminó por ocupar tanto espacio que no hubo más para las emociones. 

Un buen libro, escribir y la música. 

Tres ingredientes que le dan sabor a mis días. 

Te dejé entrar

Hoy descubrí que a pesar de lo que le decía a las personas cuando me preguntaban por ti, sí lograste lastimarme, sí te extrañé, te quise y me importabas.
Me dolió que dejaras de escribir y te alejaras, sobre todo porque nunca pude entender la razón de tu desaparición cuando todo parecía ir tan bien. 
Confieso que en ti vi una forma de creer en los demás y darle una oportunidad a la vida de dejarme llevar. En ti vi a alguien que se preocupaba por mi, alguien a quién realmente le importaba y con quién llegué a planear pasar muchas tardes más que solo ese capítulo en tu libro que creíste podías decidir terminarlo sin una explicación, porque bien lo dijiste tu "No entiendo porqué las personas necesitan siempre una explicación".
Afortunadamente ya estoy lejos de ese río de planes que desembocaba en la decepción.
Patán al fin, el más sutil si eso te hace sentir mejor. 


PD. Creí que valías el riesgo.

domingo, enero 10, 2016

Carta a mi yo de 15 años.

Con el tiempo me convertí en una persona callada y un poco triste. 
Sé que no es la persona que esperaba ser; que me gustaría ser esa pequeña alegre que cree que el mundo es color rosa, se enamora del amor y puede creer en todos, esa chica de la cual se enamora la gente. Pero la realidad es que esta es la persona que soy.
De alguna forma esta persona es alguien completo, alguien que sabe lo que quiere y que lucha contra el día a día de la mejor forma que puede. Si bien puedo reconocer que en este punto me he perdido en un sendero en el que no sé exactamente cuánto mide el tiempo, junto con otras dudas existenciales que no tienen respuesta, sé que termina por encontrar el camino principal.
Me gusta madrugar cuando tengo una buena motivación, me gusta desvelarme sin razón; me gusta leer cuentos y novelas, aunque justo ahora me encuentro buscando un libro que encaje con mis emociones. No soy una persona amigable, no porque no me agraden las personas, simplemente no sé como hacerlo. Tengo pesadillas cuando tengo frío y sí, lo acepto, a veces duermo con mi gato. 
Extraño la música, a mi familia, a él y muchas cosas más; esta soledad es difícil, pero vaya que tiene lo suyo. De alguna forma puedo disfrutar estas horas, luchando conmigo y acopañandome a tomar una taza de café. 
Disfruta el viaje, es inevitable llegar a este punto en el que se está orgulloso de la persona que siempre quisiste ser, con un poco menos de las sonrisas que esperabas tener.