domingo, abril 30, 2017

Vienes

¿A dónde vas muchacha?
Siempre les digo que no deben andar por aqui
El arecife es alto y peligroso
-Voy a encontrarme con él-
 Ella sonrío y caminó cuesta arriba, cuando llegó al sitio él ya no estaba,
 solo su olor quedaba somo un sombra o un fantasma. 

En casa

¿Y al final qué?
¿Y al final dónde?


Oye silvia creo que deberiamos irnos ahora pues es bastante tarde. Para lo que silvia contestó, no tengo un sitio al cual ir, ni alguien que me espere ¿Qué más da?.
La noche siguió, las cervezas continuaron su recorrido una tras otra y ella termino en ese sillón viejo, con la misma ropa de ya dos días. 
Mañana costará comenzar el día pero mas allá de la resaca el problema es si a caso soñaste muchas veces con esto, ¿esto es realmente lo que querías Silvia? ¿Eres feliz?

Cuando te perdí

¿Por qué tu madre no te quiso?
Ella se arrepintio de ti, de él, de ella.
¿Adonde crees que vas insolente?
Cuando ya no esté sabrás por qué hago esto.
Serás igual que él, perdido en el intento
 Ven a verme cuando estes por el pueblo
Has tu camino ¿que más me queda?
solo el recuerdo de una niña en un columpio, su liston azul y su verstido blanco
esa risa, la risa de una niña que tiene una buena infancia.
Al final los años pesan y se cobran cada año que has estado aquí
Vete lejos, a donde puedas alcanzar las estrellas.
Escondete en el rincón donde no puedan encontrarte.
Vete lejos, donde hay nieve, donde la vida duele.
Antes de irte no olvides desarmar ese columpio. 

Me gustaria contar historias que no hayan sido reales.