domingo, febrero 26, 2017

Regreso

Siempre que vuelvo a este sitio recuerdo esa anécdota de los popotes mágicos para beber refresco en el cine. Esa anécdota se volvio parte de lo que soy.
Nunca nos olvidamos de comer o de respirar, pero a veces sí de quiénes somos. Vivimos el día a día dentro de la rutina (la cuál a veces es muy buena también) esa que poco a poco apaga algunos de esos foquitos de niñéz, de explorador o de artista que llevamos dentro. 

Cuando era una adolescente quería estudiar filosofía, después comunicación, después una ingeniería, después matemáticas y finalmente ciencias bilógicas. Después de muchas desviaciones estoy en un sitio de paz, no sé si llamarlo una zona de confort porque tengo una idea diferente de como podría ser esa zona; al final olvidé de a poco ideales y sentimientos que tenia del mundo, pero de eso se trata madurar. Vi la realidad de otra forma y acepté vivirla así.

Me costó mucho pasar esa cerca que me separaba de la adultéz pero ahora que ya he aceptado que soy un adulto, ahora que supere ese obstáculo no se qué sigue. Pero vamos un paso a la vez; asi que vamos a seguir intentandolo para ver qué pasa. ¿De eso se trata la vida no? 

Me hace feliz darme cuenta que por fin tengo una mente abierta y un corazón paciente.