¿Estás del otro lado?

Sueños enredados y distantes. Ya no puedo distinguir entre la realidad y los sueños. 

A veces me despierto con la sensación de seguir dormida, me levanto, preparo el desayuno y mientras leo las noticias me parece que algo está mal, como cuando comienza una pesadilla y poco a poco notas la oscuridad del mundo; mi mente prefiere creer que es una pesadilla y que realmente la humanidad no se esta destruyendo a si misma, tanta violencia e intolerancia no pueden venir de seres tan frágiles como los humanos, es solo la mente expresando su miedo en forma de sueños, porque de no ser así estamos perdidos en un viaje sin destino y sin retorno hacia el suicidio.

Sobredosis de T.V.

¿Alguna vez han tenido la sensación de soñar despiertos?

Era lunes y estaba sentado en mi escritorio, comenzando la semana como cualquier otra semana. 

Pero este lunes el papeleo, el informe, saludar al jefe y todo eso me parecía un sueño (aún cuando lo pienso me parece nunca haberlo vivido), de pronto la oficina se sentía muy pequeña, las voces lejanas y sabía que algo no estaba bien, primero sucedió en mi cabeza pero conforme el día avanzó las cosas se sentían menos reales. 

Los chistes de los colegas eran muy parecidos a cuando dejas el televisor encendido en un programa de comedia y se escuchan las risas pre-grabadas de fondo. 

Cuando comenzó creí que tenía un problema, que estaba teniendo una crisis de ansiedad o algo parecido, pero en el fondo sentía que la realidad estaba mostrándose en su forma natural, sin engaños, sentía como si estuviera desenmascarando algo enorme, más grande que tu y que yo; una realidad que todos ignoramos, convirtiéndonos en parte del show pero esta vez yo era el espectador y no me causaba entretenimiento ni diversión, era más parecido a ver una obra de teatro superrealista que daba miedo. 

Todo el día intenté caminar en silencio porque temía que alguno de los actores se diera cuenta que ya no interpretaba más mi papel o que quien dirigía todo me sacara del show a gritos. 

Me dio miedo no ser parte, me dio miedo pensar en que esa carrera universitaria, los premios, los títulos y el trabajo que había conseguido con tanto orgullo no fueran reales, que mi esfuerzo y mi lucha hayan sido toda una mentira y la verdad es que solo fuera un mendigo sin poder ni reconocimiento en una obra de teatro montada para entretener a otros mendigos.

Vienes

¿A dónde vas muchacha?
Siempre les digo que no deben andar por aqui
El arecife es alto y peligroso
-Voy a encontrarme con él-
 Ella sonrío y caminó cuesta arriba, cuando llegó al sitio él ya no estaba,
 solo su olor quedaba somo un sombra o un fantasma. 

En casa

¿Y al final qué?
¿Y al final dónde?


Oye silvia creo que deberiamos irnos ahora pues es bastante tarde. Para lo que silvia contestó, no tengo un sitio al cual ir, ni alguien que me espere ¿Qué más da?.

La noche siguió, las cervezas continuaron su recorrido una tras otra y ella termino en ese sillón viejo, con la misma ropa de ya dos días. 

Mañana costará comenzar el día pero mas allá de la resaca el problema es si a caso soñaste muchas veces con esto, ¿esto es realmente lo que querías Silvia? ¿Eres feliz?

Cuando te perdí

¿Por qué tu madre no te quiso?
Ella se arrepintio de ti, de él, de ella.
¿Adonde crees que vas insolente?
Cuando ya no esté sabrás por qué hago esto.
Serás igual que él, perdido en el intento
 Ven a verme cuando estes por el pueblo
Has tu camino ¿que más me queda?
solo el recuerdo de una niña en un columpio, su liston azul y su verstido blanco
esa risa, la risa de una niña que tiene una buena infancia.
Al final los años pesan y se cobran cada año que has estado aquí
Vete lejos, a donde puedas alcanzar las estrellas.
Escondete en el rincón donde no puedan encontrarte.
Vete lejos, donde hay nieve, donde la vida duele.
Antes de irte no olvides desarmar ese columpio. 

Me gustaria contar historias que no hayan sido reales.

Regreso

Siempre que vuelvo a este sitio recuerdo esa anécdota de los popotes mágicos para beber refresco en el cine. Esa anécdota se volvio parte de lo que soy.

Nunca nos olvidamos de comer o de respirar, pero a veces sí de quiénes somos. Vivimos el día a día dentro de la rutina (la cuál a veces es muy buena también) esa que poco a poco apaga algunos de esos foquitos de niñéz, de explorador o de artista que llevamos dentro. 

Cuando era una adolescente quería estudiar filosofía, después comunicación, después una ingeniería, después matemáticas y finalmente ciencias bilógicas. Después de muchas desviaciones estoy en un sitio de paz, no sé si llamarlo una zona de confort porque tengo una idea diferente de como podría ser esa zona; al final olvidé de a poco ideales y sentimientos que tenia del mundo, pero de eso se trata madurar. Vi la realidad de otra forma y acepté vivirla así.

Me costó mucho pasar esa cerca que me separaba de la adultéz pero ahora que ya he aceptado que soy un adulto, ahora que supere ese obstáculo no se qué sigue. Pero vamos un paso a la vez; asi que vamos a seguir intentandolo para ver qué pasa. ¿De eso se trata la vida no? 

Me hace feliz darme cuenta que por fin tengo una mente abierta y un corazón paciente.

El ahora

¿Creíste que alguna vez seríamos estas personas?

Este pensamiento ha llegado a mi para quedarse

en los últimos días he disfrutado tanto mi juventud

los días de verano, de otoño, los que vengan.

Veo todas las imágenes del último año pasar como una película de muchas fotografías 

Se ha convertido en ese sueño en el que vez a una bella mujer corriendo hacia la playa.

En cada detalle y sonrisa perfecto, en cada día nublado y lluvioso puedo ver esa luz de belleza en la vida, que me llena el corazón. 

El sentimiento que podría describir perfectamente lo que siento, es parecido a cuando lloras de felicidad una mañana de Navidad junto a los que amas, o algo así de nostálgico.

Soy adicta a la nostalgia y a las canciones tristes, me hacen tener una sensación de calidez en el corazón.

 Un otoño perfecto que parece más un largo amanecer y no una puesta de sol. 

Tal vez debo agradecer al karma, que ya se iba acumulando bastante a mi favor.

O a Dios, o a esa energía que mueve al universo, entropia, entalpia...no lo sé.

Pero necesito agradecer por cada uno de los días que han llegado junto con todas las personas en ellos pues sé que el estado de felicidad no es eterno pero sí el recuerdo. 

Me encanta la nostalgia, la casa, tu, ellos, este lugar. Todo.